Una jodita para una buena causa

En esta ocasión, la joda no viene de un moderno grupo de activistas, ni de un millonario, ni nada; sino que vino directamente del estado.

Resulta que en el asilo de ancianos Benrath de Dusseldorf, tenían el problema de que muchos abuelos con Alzheimer de repente se escapaban y querían volver a sus hogares. Como la mayoría de sus hogares en realidad ya no existían, sino que eran una mezcla de recuerdos muy lejanos y un poco de fantasía, los abuelos terminaban vagando por ahí, completamente perdidos y en muchas ocasiones poniendo en riesgo su vida.

Entonces, a uno de los directivos del asilo se le ocurrió una solución bastante creativa a este problema. Se juntó con los de la municipalidad, y le aprobaron el plan. En qué consistía? Simplemente en instalar una parada de autobuses falsa a la entrada del asilo. De esta manera, como los símbolos de las paradas son fácilmente reconocibles, cuando un anciano se escapaba con la idea de volver a su casa, en la mayoría de los casos veían la parada y se sentaban tranquilamente a esperar al autobus que los llevase a su casa. Entonces cuando se daban cuenta de que un anciano se había escapado, los empleados sólo tenían que salir hasta la puerta, donde encontraban al viejito plácidamente esperando.

Qué loco, no?

Visto en el interesantísimo blog Fogonazos, acá.